El Cold Start o problemas de arranque en frío ocurren cuando el motor tiene dificultades para arrancar en condiciones de baja temperatura. Esto se debe a que los componentes del motor, como el aceite y los inyectores, están fríos, lo que genera una combustión ineficiente y mayor consumo de combustible. Además, aumenta las emisiones contaminantes antes de que el motor alcance su temperatura ideal de funcionamiento.

Solucionarlo implica mejorar el sistema de arranque, optimizar la mezcla de aire-combustible y ajustar los tiempos de inyección, lo que reduce las emisiones, mejora la eficiencia del motor y alarga la vida útil del vehículo.

Listado de ECUs soportadas: